Ubicado en una zona montañosa del estado de Puebla, este municipio está rodeado de bellos cafetales, cuevas y grutas y paisajes de película en sus bosques cubiertos de niebla, de aquí es originaria una de las aves más icónicas del país, el quetzal, a este se debe el nombre de Cuetzalán, hay que recordar que este pueblo se erigió bajo la cultura totonaca en el 200 a.C., durante la conquista se le denominó como San Francisco Cuetzalán por la sinergia de culturas que trajo la conquista.
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Tu visita te permitirá descubrir su cultura y sus tradiciones de los pueblos indígenas nahuas y totonacos al presenciar diversos rituales ancestrales que se conservan en la actualidad como el de los Voladores o Danza de los Quetzales, el cual es considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el 2009.
Podrás caminar por sus calles empedradas que parecen escenarios de cuento, los fines de semana se coloca un mercado tradicional en la plaza principal donde puedes poner en práctica tradiciones prehispánicas como el trueque, que es el cambio de productos locales evitando el uso de dinero. También debes visitar la Casa de la cultura de Cuetzalán, es una antigua casona que actualmente alberga al Museo Etnográfico Calmahuistic donde conocerás la historia prehispánica de este encantador Pueblo Mágico.
Otra opción es el Templo de San Francisco de Asís, podrás observar su imponente torre con más de 60 metros de altura, una de las más altas de todo Puebla, a este edificio religioso se le conoce popularmente como Iglesia de los jarritos, esto se debe a que en su decoración destaca una fila con las populares vasijas de barro.
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Este pueblo mágico forma parte de una de las regiones cafetaleras más importantes del país, para adentrarte en el mundo del café local, tienes que agendar una visita a la finca Reserva Azul, que está ubicada a tan sólo a tres kilómetros del centro de Cuetzalán, aquí conocerás el proceso y disfrutarás de las vistas panorámicas que ofrecen sus senderos y postales de la Sierra Norte del país. Si eres amante del ecoturismo, en Cuetzalán encontrarás un paraíso natural rodeado de cascadas donde podrás realizar distintas actividades de aventura, pues en el Bosque de Niebla se encuentran tres imponentes cascadas que te encantarán, puedes iniciar tu recorrido por la Cascada Las Hamacas, es un espacio natural conformado por una serie de pozas y una majestuosa caída de agua natural, aquí podrás nadar entre sus aguas cristalinas, también puedes alquilar un área para acampar y gozar de una noche rodeado de este ambiente único.
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Continúa tu recorrido por el bosque de Niebla en la Cascada las Brisas, un paraje natural ideal para realizar un día de campo y nadar en su estanque natural, podrás experimentar la cercanía de la imponente caída de agua de 17 metros de altura nadando en su poza natural que va de una profundidad de dos metros y termina en un chapoteadero, y La Cascada El Salto es el punto perfecto para retar al vértigo de una forma muy segura, en comparación con Las Brisas y Las Hamacas, esta caída de agua es más pequeña, pues cuenta con sólo 10 metros de altura, pero aun así la podrás disfrutar al máximo, ya que aquí es posible practicar rappel en su pared rocosa y descender sobre el agua.