Durante el Día de Muertos, Michoacán se llena de vida y tradición. Si buscas vivir esta experiencia única, no te pierdas estos destinos imperdibles.
Pátzcuaro en Michoacán es mundialmente conocido por su festividad, colores, altares y velaciones en los panteones durante los días de celebración de Día de Muertos, aunque no es el único, pues también podrás encontrar que la magia se extiende a otros pueblos, por lo cual aquí te recomendamos algunos lugares donde podrás vivir experiencias únicas y memorables.
San Francisco Uricho, es un pequeño y pintoresco poblado de pocos habitantes que se ubica en el municipio Erongarícuaro, se caracteriza porque se montan arcos en el cementerio local, y en la iglesia del pueblo, por la noche, los lugareños se dan cita en la iglesia para hacer una velación, posteriormente se congregan para asistir al panteón y visitar a sus seres queridos que ya no están presentes, ahí conviven y ponen una ofrenda que contiene fruta, pan, velas, agua y comida, ésta consta de tres niveles, y al finalizar la celebración, las familias reparten la ofrenda entre los amigos y parientes.
Santa Fe de la Laguna es una de las comunidades michoacanas que conservan su originalidad, tradiciones y cultura. Las ofrendas de este sitio son las más coloridas de la región, se tapizan de flores de cempasúchil, calaveras de azúcar y peculiares animales elaborados de dulce. Durante estas fechas es común recibir visitas o bien visitar a alguien, en este último caso la persona debe llevar algo para obsequiar a la familia de la casa, ya sea comida, dulces o algún presente para poner en la ofrenda.
En Santa Fe de la Laguna, además del altar tradicional, existe el elaborado para “Muertos Nuevos”, es decir, personas que fallecieron en el transcurso de ese año, y ésta generalmente es más grande, con mucha fruta, panes y dádivas.
Tan bella es su tradición, calles empedradas y cultura que incluso este poblado fue tomado como inspiración para realizar la famosa película de Disney Pixar “Coco”; de hecho para elaborar el personaje de “Mamá Coco”, usaron como referencia a la señora María Salud Ramírez, habitante del pueblo y quien en su momento recibía a cientos de visitantes que deseaban conocerla, desafortunadamente hace poco falleció a los 109 años de edad.
De las ofrendas más peculiares en el país, pueden encontrarse en Cuanajo, pues sus altares de madera tienen forma de caballo, ya que los lugareños consideran que la muerte viene montada en este animal, los hay de distintos tamaños y generalmente se tapizan con flores de cempasúchil, plátanos, calabazas, mazorcas, cañas, pan, naranjas y chayotes. En la comunidad se colocan solamente altares para los que murieron en el transcurso de ese año.
En Tzurumutaro, los panteones además de llenarse de hermosas y ostentosas ofrendas, también se pueden ver diversas bandas de música que amenizan la convivencia de los presentes con sus seres amados fallecidos.
Si quieres ver teatro al aire libre, juegos prehispánicos de pelota e increíbles ofrendas, el lugar ideal es Tzintzuntzan. Los altares más iluminados con cientos de veladoras se pueden apreciar en el cementerio ubicado a los costados de la carretera que atraviesa el pueblo.
Micohácan tiene muchas alternativas para pasar un Día de Muertos, lleno de cultura y tradición, pero sobre todo, brinda la oportunidad de presenciar rituales únicos en el mundo. Por lo cual esta temporada de muertos, el estado invita a todos a conocer más a fondo sus costumbres y a vivir la experiencia.