Tlacotalpan, Veracruz, es un tesoro a orillas del Río Papaloapan. Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1998, este pintoresco destino mantiene viva una mezcla fascinante de influencias indígenas, españolas y afrocaribeñas que se refleja en sus calles empedradas, casas de colores y su vibrante vida cultural.
Conocido como la “Perla del Papaloapan”, Tlacotalpan invita a caminar sin prisas y descubrir rincones llenos de encanto. La Plaza Zaragoza, corazón del pueblo, es el punto ideal para iniciar el recorrido entre portales y fachadas perfectamente conservadas. El ambiente tranquilo, casi detenido en el tiempo, cautiva desde el primer momento.
Los visitantes pueden embarcarse en un paseo por el río para contemplar vistas espectaculares o explorar espacios culturales como la Casa Museo Agustín Lara, donde se honra al célebre compositor veracruzano. También destacan el Museo Salvador Ferrando y el MOAT, dedicado al ancestral oficio alfarero.
La devoción y la fiesta alcanzan su máximo esplendor en la célebre Fiesta de la Candelaria, del 31 de enero al 9 de febrero. Este evento único reúne tradiciones como la procesión fluvial de la Virgen, conciertos de son jarocho, encierros, mojigangas y un ambiente que desborda alegría y orgullo local.
Además, Tlacotalpan conquista el paladar con su gastronomía y los tradicionales “toritos”, bebida que se disfruta mejor en los portales mientras se convive con la hospitalidad característica de su gente.
Ideal para una escapada de uno o dos días, este destino se ha posicionado entre los más bonitos y coloridos de Veracruz. Tlacotalpan no solo se visita: se vive, se celebra y se recuerda… con la certeza de querer volver.