Miguel Rivera comentó que la primera prueba que le realizaron salió negativa. Sin embargo la segunda que es una tomografía denominada TAC, demostró que sus pulmones tenían lesiones.
«Mi situación es diferente, porque aunque el primer estudio salió negativo, el de pulmón demostró que tenía lesiones. Es por eso que decidieron internarme ayer como a las cinco de la tarde y aquí estoy con medicamento, no me siento mal», agregó.
Comentó que es importante que la gente se aísle y tome en serio el virus, pues el ADN de los mexicanos no es diferente a los del resto de la humanidad.
Mencionó que el día 5 de marzo comentó a sentir la cara caliente, escalofríos, malestar en huesos, un poco de tos, escurrimiento nasal. Por lo que tomó medicamento como su se tratara de una influenza común y los síntomas se controlaron; sin embargo, tras su llegada a México al realizar sus rutinas de ejercicio diario, comenzó a sentir fatiga y malestar en el pecho.
Explicó que lleva 24 años entrenando tres horas diarias, por lo que al sentir dificultad en la realización de su rutina, sintió que se trataba de algo preocupante, por lo que primero advirtió a sus amigos del tema.
Comentó que su contacto con la gente al regresar, fue poco y habitualmente saluda de lejos a sus conocidos. Después se resguardó dos semanas en su casa desde el día 8 de marzo.
«Enciérrense amigos, ahorita yo tengo la fortuna la bendición de estar de ser el único. Este problema se va a dar cuando los hospitales no se den abasto. Para atenderme a mí, fueron cinco horas. A lo mejor un hospital va a poder atender a 10 personas al día (…) el virus no lo conoce, podría no ser muy agresivo y sin atención esto se va a complicar», explicó.
Comentó que el Coronavirus es una enfermedad fácilmente contagiosa, pues insistió en que en su estancia en Vail esquiaba con la cara cubierta, por lo que no se explica cómo se dio el contagio.