Enclavado en el corazón de Hidalgo, a tan solo 15 minutos de Pachuca y a 120 kilómetros de la Ciudad de México, Real del Monte —también conocido como Mineral del Monte— es un Pueblo Mágico que seduce con su atmósfera nostálgica, su herencia minera y una inigualable fusión cultural anglo-mexicana que lo hace único en el país.
Situado a 2,700 metros sobre el nivel del mar, es considerado el pueblo más alto de México, un detalle que se refleja en su clima frío, su neblina mística y sus panorámicas coloniales.
Historia viva entre minas y neblina
Fundado oficialmente en 1552, Real del Monte alcanzó su auge durante la colonia, cuando llegó a ser uno de los principales productores de plata del mundo. En el siglo XIX, la llegada de mineros ingleses transformó para siempre la identidad del pueblo, dejando un legado visible en su arquitectura, gastronomía y tradiciones.
Aquí, los británicos introdujeron el emblemático paste —una empanada de hojaldre rellena que hoy es símbolo del pueblo— y también el fútbol, deporte que tuvo su primer partido en México precisamente en estas tierras mineras.
Atractivos que conquistan
Recorrer Real del Monte es como viajar en el tiempo. Entre sus calles empedradas, casas de estilo inglés y plazas coloniales, cada rincón invita a descubrir historias fascinantes:
- Panteón Inglés: Un lugar lleno de misterio y nostalgia, donde 755 tumbas miran hacia Inglaterra. Reconocido por la UNESCO como sitio asociado al Patrimonio de la Humanidad, es uno de los puntos más visitados.
- Museo de Sitio Mina de Acosta: Una experiencia inmersiva que te lleva 400 metros bajo tierra para conocer los secretos de la minería, equipada con cascos y lámparas como auténtico minero.
- Museo del Paste: Ideal para foodies y familias, aquí se aprende la historia de este icónico platillo y, mejor aún, a preparar uno propio.
- Centro Histórico: Su plaza principal, con kiosco y fuente de hierro fundido traídos desde Inglaterra, es el corazón cultural del pueblo.
- Peñas Cargadas y Bosque del Hiloche: Parajes naturales perfectos para practicar senderismo, rappel, ciclismo y disfrutar de vistas impresionantes entre neblina y pinos centenarios.
Festividades que saben a tradición
Real del Monte es un destino que celebra su herencia todo el año. En octubre, el Festival Internacional del Paste atrae a miles de visitantes y panaderos ingleses que comparten recetas originales; en enero, la Fiesta del Dulce Nombre honra al Señor de Zelontla, patrón de los mineros, con música y procesiones; mientras que en junio, el Festival de la Plata celebra la historia minera con eventos culturales y exposiciones.
Un viaje de sensaciones
Real del Monte no es solo un destino, es una experiencia sensorial. Sentir el frío en la piel mientras la neblina cubre las montañas, caminar entre casonas coloridas que cuentan siglos de historia, probar un paste recién horneado o escuchar las leyendas que envuelven el Panteón Inglés hacen de cada visita un recuerdo inolvidable.
Ubicado dentro del Corredor de la Montaña, que conecta con otros tesoros como Huasca de Ocampo, Mineral del Chico y Atotonilco, este Pueblo Mágico es perfecto para un fin de semana de aventura, cultura y gastronomía.
Si buscas un lugar que combine historia, naturaleza, tradición y sabor, Real del Monte te espera para conquistar tus sentidos y tu corazón.