Ubicado en el sur del estado de Chihuahua, Hidalgo del Parral es un tesoro colonial que resguarda siglos de historia y tradición minera. Fundado en 1631 por el Alférez Real Don Juan Rangel de Biesma tras el descubrimiento de un yacimiento de plata, Parral se consolidó como un centro económico clave para la Corona española, merecedor del título de Capital del Mundo de la Plata otorgado por el Rey Felipe IV.

Hoy, sus calles empedradas, majestuosas mansiones, iglesias barrocas y túneles mineros como los de La Prieta, permiten al visitante recorrer el pasado glorioso de una ciudad que, además, fue hogar del icónico Francisco Villa, figura clave de la Revolución Mexicana. Pancho Villa, nacido en Durango, pero profundamente ligado a Parral, encontró aquí su último respiro el 20 de julio de 1922, dejando una huella imborrable. El Museo Francisco Villa, ubicado en el sitio exacto de su asesinato, es punto obligado para comprender la dimensión de su legado.
Parral celebra cada año las Jornadas Villistas, una serie de actividades culturales y cabalgatas en su honor, mientras que monumentos como el Teatro Hidalgo, el Palacio Alvarado y la imponente Parroquia de San José relatan una historia de riqueza, poder y esplendor arquitectónico. En su cima, la estatua del patrono San José vigila el desarrollo de un destino turístico que crece sin perder sus raíces.

A su alrededor, el visitante puede descubrir auténticas joyas históricas como Valle de Allende, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por formar parte del Camino Real de Tierra Adentro. Su tradición agrícola, dulces de nuez y leche, y manantiales como los de Talamantes lo convierten en un lugar ideal para descansar y saborear la vida rural del norte de México.

También sobresale Santa Bárbara, el segundo asentamiento más antiguo del estado, fundado en 1567. Rodeado de paisajes serranos, pinturas rupestres y ríos nacientes, ofrece un complemento perfecto para quienes buscan experiencias culturales y naturales.
Parral y su región representan una combinación perfecta de historia, tradición, arquitectura y naturaleza. Es un destino que invita a detenerse, explorar y asombrarse con el esplendor de un pasado que sigue latiendo en cada rincón del norte mexicano.