Pahuatlán, legado prehispánico entre hermosos paisajes

En la Sierra Norte de Puebla se ubica uno de los pueblos mágicos del estado, Pahuatlán, el cual se distingue por sus calles empedradas y sus tejados rojos en contraste con el verde esmeralda de los cerros que lo circundan. Aunque sin duda, lo que más destaca son sus magníficos paisajes.

Su nombre deriva del náhuatl y significa “lugar de los frutos”. La región que hoy ocupa Pahuatlán formaba parte del antiguo señorío del Totonacapan. En 1532, frailes agustinos fundaron el pueblo, sin embargo, sus pobladores han logrado mantener intactos sus costumbres y tradiciones indígenas (náhuatl y otomí).

Una de estas tradiciones prehispánicas es la Danza de los Voladores, que continúa llevándose a cabo en la localidad. Otra figura indígena aún vigente es la de los brujos, encargados de aliviar diversos males.

También es muy típica la producción de papel amate, la cual sigue una técnica artesanal prehispánica. Además se pueden encontrar bordados tradicionales y trabajos de chaquira.

Los domingos hay un colorido tianguis en donde se ofrecen todos los productos que se producen en esta zona de la Sierra Norte de Puebla.

Entre los atractivos que ofrece Pahuatlán se encuentra la Parroquia del Señor de Santiago Apóstol, construcción agustina del siglo XVI que tiene un altar de estilo neoclásico, modificado en el siglo XX, y una capilla abierta con dos fuentes.

Otra visita interesante es al Puente Colgante Miguel Hidalgo y Costilla, a tres kilómetros del centro. Este une a la comunidad de Pahuatlán del Valle con Xólotl y pasa por encima del río Pautita. Mide 36 metros de altura y 60 metros de largo.

San Pablito, a unos 20 minutos de Pahuatlán, es también un lugar imperdible. Aquí se ubica una comunidad de otomíes que ha mantenido la tradición en la elaboración de papel amate por siglos, y que todavía instala ofrendas a la deidades de la naturaleza en cuevas y manantiales.

Infaltable en el itinerario de los visitantes es el recorrido en la Cafetalera Don Conche
Téllez en donde se puede conocer más del proceso de producción del café (excelente en
esta región): la extracción de la pulpa, la fermentación, el lavado, secado, pelado y el
tostado, así como degustar una rica taza de la aromática bebida.

Para practicar senderismo, montañismo y rápel, el Cerro del Cirio es el sitio ideal. Muy
cerca se ubica Ahila, una pequeña localidad desde donde se tiene una vista panorámica de
Pahuatlán, además de ser un lugar perfecto para la observación de aves, el senderismo y el
ciclismo de montaña.

En cuanto a la gastronomía, esta es el resultado de la fusión de las culturas totonaca, náhuatl y otomí con los ingredientes españoles, por lo que sobresalen delicias como: pascal de cacahuate y de pepita con carne de pollo o cerdo; salsa de hormigas; tamales de hollejo y de cacahuate; mole; tlayulas y taquitos de cebolla, itacates de quelites (hierba comestible de la región); chicharrón de res y cerdo, así como cecina ahumada.

Desde la Ciudad de México a Pahuatlán, Puebla, la distancia es de 171 km y el tiempo de viaje en automóvil es de 3 horas. Desde Puebla de Zaragoza son 198 km y un tiempo de 3 horas.

También se puede llegar en autobús desde la CDMX saliendo de la Terminal de Autobuses Tapo; desde Puebla saliendo de la Terminal de Autobús CAPU (Vía), y también hay rutas de transporte local que conectan con los pueblos de la Sierra Norte.

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