Uno de los pueblos con encanto que hay en el estado de Tlaxcala es definitivamente Apizaco, a tan solo 20 minutos de la capital dirigiéndose por la carretera rumbo a Puebla, su nombre proviene del náhuatl y quiere decir “Riachuelo”. En 1860 Apizaco se convirtió en un campamento ferrocarrilero y hasta la fecha “La maquinita”, una locomotora 212 donada por Ferrocarriles Nacionales, es el icono por excelencia de esta ciudad.
Es conocida como una ciudad modelo debido a la simetría exacta de las calles céntricas que delimitan la parte antigua de Apizaco, ahí encontrarás hoteles muy bien ubicados. Estando ahí, debes visitar la Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, un excelente ejemplo del estilo neogótico, así como las distintas haciendas que permanecen como testigos del recorrido de los españoles siguiendo su paso por Puebla para luego llegar a Tlaxcala.
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Apizaco entreteje sus tesoros, por lo que es muy famosa su tradición en textiles cuyo trabajo artesanal es impresionante atrayendo al turismo a este pueblo, así que para adentrarte en este arte te recomendamos visitar la Fábrica de Hilados, Tejidos y Estampados San Luis. Aquí te dejamos otras opciones que son imperdibles de este pueblo:
-Plaza de Toros Rodolfo Rodríguez “El Pana”
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Es indispensable visitar su plaza de toros, la más grande del estado por su capacidad de hasta ocho mil asistentes, y que antes era conocida como “La monumental”, cambió su nombre por la leyenda y el torero más importante oriundo de esta ciudad, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, esto se dio por medio de una encuesta en la que resultó el más votado y en la cual también competían otras dos grandes figuras nacidas en esta ciudad, Uriel Moreno “El Zapata” y Rafael Ortega.
Fue inaugurada el 27 de diciembre de 1986 con grandes figuras como Miguel Espinosa “Armillita”, Manolo Mejía y Alberto Ortega con toros de Piedras Negras, por mencionar algunos, su diseño estuvo inspirado en la arquitectura colonial mexicana, así que una techumbre de tejas cubre sus palcos y la circulación perimetral, alrededor de ella hay una escultura de gran formato elaborada por el artista Diódoro Rodríguez, dedicada al otro bravo tlaxcalteca. También sirve como casa de la escuela municipal de toreo de Apizaco, que ayuda a preservar la tradición taurina, de igual forma es utilizada como escenario para diversos espectáculos como conciertos, exposiciones, charlas, presentaciones y la feria anual de Apizaco.
-Museo Casa de Piedra.
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En la avenida Morelos está un recinto que te ayudará a comprender mejor el origen de la ciudad gracias al trazo de la ruta del ferrocarril que atravesaba estas tierras, por lo que no debes dejar pasar un recorrido por el Museo Casa de Piedra, justo a un costado de la estación de ferrocarriles que también vale la pena visitar para admirar su arquitectura original de los años 20 y que está conformada por la estación, servicios especiales, oficina de trenes, bodega y casa redonda.
El edificio data de 1916 y su función original era ser la sede de los trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México, pero en 2001 fue inaugurado como un nuevo museo cuya finalidad es que el visitante conozca la intrincada historia del ferrocarril y Apizaco. A lo largo de las 12 salas que lo conforman, observarás documentos históricos que marcaron la fundación del pueblo como el nombramiento del primer presidente municipal en 1892, los planos originales para la construcción de la Basílica de la Misericordia o el escudo de la ciudad que diseñó el maestro Cutberto Escalante en 1966.
-Centro de las Artes, Exfábrica de Hilados, Tejidos y Estampados San Luis.
Visitar esta construcción de tabique y adobe con aplanado blanco y cubierta catalana ubicada en la calle de Fernando Solana en la localidad de San Luis Apizaquito, es una visita obligada, este sitio originalmente fungió como un molino de trigo que pertenecía al francés Simón Steffani, aunque por la situación geográfica de este poblado logró ser el centro más importante de la producción textil de algodón. Después don Ángel Solana adquirió este terreno en 1899 para construir la fábrica de hilados y tejidos de algodón San Luis, en un principio tenía únicamente diez telares, pero en pleno apogeo llegó a tener hasta 400, además de instalar energía eléctrica que trabajaba con agua de la cascada proveniente de la Hacienda San Diego Apatlahuaya. La fábrica funcionó hasta 1959, año en el que cerró sus puertas de forma definitiva.
Actualmente es el Centro de las Artes de Tlaxcala, siendo uno de los más grandes y modernos del país, donde se ofrece gran diversidad de clases y talleres enfocados a las artes plásticas, música y danza.
Dónde comer: Vinos y Piedra
Dirección: Plaza de La Constitución 19 Local 3,4, Tlaxcala
Para más información: 246 466 3358
Dónde hospedarse: Hotel San Francisco Tlaxcala
Dirección: Plaza de la Constitución #17 Colonia Centro, Tlaxcala
Para más información: 246 462 4336