Muy cerca de las playas más visitadas del Mar de Cortés, se encuentra un tesoro natural poco conocido, pero extraordinariamente valioso: el Estero Morúa, una laguna costera hipersalina que abarca más de 1,100 hectáreas y alberga una de las biodiversidades más ricas del norte de México.
Este estero es mucho más que un paisaje de postal. Es hogar de más de 140 especies de aves, entre migratorias y residentes, además de ser un punto clave para la reproducción de especies marinas como ostiones, jaibas, lenguados y camarones. Su importancia ecológica lo ha convertido en un modelo de conservación y turismo responsable en la región.

Aventura, sabor y conciencia ambiental
Los visitantes pueden recorrer las aguas cristalinas del estero en kayak o lancha, ideales para observar de cerca la fauna sin alterar su hábitat. Para los amantes de las aves, la observación ornitológica es imperdible: garzas, pelícanos, charranes y gaviotas son apenas algunas de las especies que se pueden avistar con facilidad.

En tierra firme, el senderismo por los alrededores del estero o incluso el sandboarding en sus dunas añade un toque de adrenalina a esta experiencia inmersiva. Y para quienes buscan un contacto más profundo con el lugar, el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO) ofrece recorridos guiados que combinan educación ambiental con aventura. Estas excursiones (de 3 a 4 horas) requieren reservación previa y están diseñadas para grupos de 5 a 30 personas.
Sabor del mar y tradición local
La gastronomía también tiene su espacio. Estero Morúa es famoso por su producción de ostiones orgánicos, los cuales puedes degustar frescos en restaurantes cercanos como El Barco, o directamente a través de la Cooperativa Única de Mujeres, un proyecto local que fortalece la economía de la zona.

Además, los visitantes pueden disfrutar de platillos típicos como ceviches, cocteles de mariscos y pescados recién extraídos del estero, siempre en un entorno rústico y auténtico.
Información práctica y recomendaciones
- Ubicación: A 11.5 km al este de Puerto Peñasco. Acceso por la carretera Conchas-Caborca y caminos de terracería.
- Alojamiento: No hay hospedaje en el estero, pero opciones como Tessoro at Las Conchas (4 km) o The Village in Las Conchas (10 km) están disponibles.
- Clima: Desértico y cálido casi todo el año. Lleva protector solar, sombrero y suficiente agua.
- Conservación: Es un ecosistema protegido; no se permite dejar basura, alterar la fauna ni extraer especies.
- Servicios: Estacionamiento limitado, sin tiendas ni baños permanentes.
Pro tip: Reserva tu visita guiada en cedo.org y lleva binoculares, cámara y calzado cómodo. La mejor época para el avistamiento de aves es entre octubre y marzo.
Un entorno único en el mundo
Estero Morúa es parte de un corredor natural que incluye la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, Patrimonio de la Humanidad, y las playas vírgenes del Mar de Cortés, llamado por Jacques Cousteau “el acuario del mundo”. La región combina desierto, mar y esteros en una armonía que seduce tanto a ecoturistas como a buscadores de paz y belleza natural.