Un platillo prehispánico conocido a nivel nacional y con una fuerte representación histórica, el mole poblano es un platillo muy representativo de la Ciudad de Puebla, existen varias leyendas que envuelven la creación de este delicioso platillo, la más famosa es la que asegura que el mole fue creado en el Convento de Santa Rosa en el año 1681 por Sor Andrea de la Asunción, según cuentan en el convento, que la monja creó el mole con inspiración divina, el aroma que surgió al prepararlo se esparció por el lugar y fue tan increíble que la madre superiora, rompió su voto de silencio al mencionar: “Hermana, ¡qué buen mole!”.
También se cuenta que el mole fue creado por accidente en una cena que se le iba a hacer al obispo, la leyenda dice que Fray Pascual, antes de banquete, iba a guardar algunos chiles e ingredientes en la alacena, pero tropezó sin querer en la olla donde se cocinaba el guajolote y que así fue como se creó la mezcla.
No se sabe cuanta veracidad puedan tener estas leyendas, ya que sabemos que el mole es un platillo completo cuya sofisticación no es nada improvisada, con el paso del tiempo la receta ha ido perfeccionándose y no solo por los ingredientes sino también por la historia y cultura que conlleva generación tras generación.
Hoy en día se dice que el verdadero origen del mole se da con las culturas prehispánicas donde los indígenas mezclaban varios chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear una salsa a la que denominaban mulli, esta era acompañada normalmente con carne de guajolote, aunque también se usaba la carne de pato o armadillo y era servido en ceremonias como ofrenda a los dioses.
Posteriormente con la llegada de los españoles a México entraron nuevos productos que se fueron agregaron a las recetas de los moles como la pimienta negra, anís y la canela, en caso de las carnes se integraron el pollo, res y puerco, en la época de la colonia, gracias a la fusión gastronómica entre las culturas prehispánicas y las europeas, se tenía un amplio rango de ingredientes para cocinar, dando como resultado una gran variedad de moles.
Desde la época prehispánica hasta la actualidad el mole representa una celebración pues era y es el plato principal en fiestas patronales, en las bodas y XV años, siendo uno de los alimentos de origen prehispánico que sigue estando presente en la dieta de los mexicanos y que es un símbolo de nuestra cultura reconocido a nivel internacional.
Son muy variantes los ingredientes del mole y en cada casa lo hacen de diferente manera, pero en Puebla lo que casi siempre lleva es, chile ancho, chile mulato, chile pasilla, chipotle, clavo, canela, anís, chocolate, pimienta gorda, comino, cacahuate, almendra, nuez pecana, pepitas, ajonjolí, pasas, jitomate, tomate, ajo y cebolla, y podemos decir que esta es la base, después cada quien lo muele y sazona a su manera.
Anteriormente el mole era acompañado de guajolote, pero de unos años para acá se ha hecho el uso del pollo, popularizando más la receta, uno de los platillos más famosos de la gastronomía mexicana, tanto en nuestro país como en el extranjero, porque el mole es delicioso, acompañado con un rico arroz.
No puedes irte de esta hermosa ciudad sin disfrutar de este delicioso platillo, estos son algunos de los mejores lugares para hacerlo, te encantará este manjar de Puebla:
Mural de los Poblanos
Dirección: 16 de Septiembre 506. Centro Histórico, Puebla de Zaragoza.
Horario: Lunes y domingo de 9:00 a 22:00 hrs.
Martes a sábado de 8:00 a 22:00 hrs.
Para más información: 222 225 0650
Fonda de Santa Clara
Dirección: 3 Poniente 307, Col Centro, Puebla de Zaragoza.
Para más información: 55 8640 2447
La Casa del Mendrugo
Dirección: 4 Sur 304 Centro Histórico, Puebla de Zaragoza.
Horario: Lunes a sábado de 9:00 a 22:00 hrs.
Domingo de 9:00 a 18:00 hrs.
Para más información: 222 326 8060