En el vasto mosaico de los Pueblos Mágicos de México, Cadereyta de Montes, en el estado de Querétaro, brilla como un destino que entrelaza historia ancestral, tradiciones vivas y escenarios naturales que capturan los sentidos. Desde su designación como Pueblo Mágico en 2011, este rincón queretano ha conquistado a visitantes que buscan autenticidad y conexión con las raíces de México.
Ubicado entre el semidesierto y zonas boscosas, Cadereyta seduce con su arquitectura colonial, su pasado prehispánico y, especialmente, con su gastronomía emblemática. Uno de sus principales atractivos es la Feria de la Barbacoa y el Pulque, celebrada anualmente en la comunidad de Boyé, donde se honra la cocina ancestral con barbacoa cocida en hornos de tierra y pulque fresco, herencia viva de los pueblos originarios.

A través de sus calles empedradas y templos centenarios, como la Parroquia de San Pedro y San Pablo y la Iglesia de la Soledad, el viajero puede adentrarse en una historia que comenzó hace más de siete mil años, cuando grupos nómadas cazadores-recolectores poblaron esta región, posteriormente habitada por Chichimecas, Pames y Jonaces antes de la llegada española en el siglo XVII.

Cadereyta también invita a explorar su entorno natural, con destinos como las Grutas La Esperanza y Los Piñones, la zona arqueológica de Toluquilla, y el Jardín Botánico Regional Ing. González de Cosío, donde se resguarda la biodiversidad del semidesierto queretano. A ello se suman joyas como la Cascada Velo de Novia, la Isla de Tzibanzá, la Presa Zimapán y el moderno Planetario Dr. José Hernández Moreno, que hacen de este municipio un paraíso de experiencias para todos los gustos.
Cadereyta de Montes no solo conserva el pasado, lo celebra. Y al hacerlo, invita a descubrir un México profundo y vibrante, donde cada leyenda, receta o paisaje cuenta una historia que conecta a generaciones y deja huella en quien lo visita.