Con la llegada de la temporada de lluvias, los bosques del Estado de México se transforman en escenarios naturales donde miles de luciérnagas ofrecen un espectáculo de luz y vida. De junio a agosto, más de 30 ecoparques distribuidos en al menos 10 municipios abrirán sus puertas para permitir a los visitantes vivir una de las experiencias naturales más esperadas del año: el avistamiento de luciérnagas.
Amecameca, Ayapango, Chalco, Ecatzingo, Ixtapaluca, Texcoco, Tepetlaoxtoc, Tlalmanalco, Jiquipilco y Tepotzotlán son algunos de los municipios protagonistas, con santuarios naturales ideales para la observación de estos insectos bioluminiscentes, especialmente entre las 20:30 y 21:30 horas.

Uno de los eventos más destacados será el Festival Internacional de las Luciérnagas 2025, que se celebrará del 11 al 13 de julio, y contará con actividades culturales, artísticas y deportivas. Este año, Japón será el país invitado, y Tlaxcala fungirá como estado invitado, en una celebración que busca también reforzar la conciencia sobre el cuidado del medio ambiente.
Los recorridos, que suelen durar entre dos y tres horas, exigen reservación previa y el cumplimiento de estrictas normas de conservación, entre ellas: no usar linternas ni cámaras con flash, evitar perfumes y repelentes, no tocar a las luciérnagas y guardar silencio durante las caminatas. Los costos varían entre $200 y $500 pesos por persona, según el ecoparque y los servicios incluidos.
Además, el Gobierno del Estado de México, en colaboración con la UNAM y el IPN, ha capacitado a prestadores de servicios turísticos para garantizar una experiencia sostenible. Las capacitaciones incluyen identificación de especies, prácticas de bajo impacto y protección del hábitat.
El fenómeno de la bioluminiscencia, resultado de una reacción química entre luciferina y luciferasa, forma parte del ritual de apareamiento de las luciérnagas, lo que convierte cada avistamiento en un espectáculo único, especialmente en noches húmedas y sin luna llena.
Para mayor información sobre ecoparques, rutas y reservaciones, se recomienda consultar los sitios oficiales de los municipios o la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México.
Ver la danza de las luciérnagas es más que turismo: es una invitación a respetar la naturaleza y reconectar con lo esencial.