Atlixco, tierra mágica y florida

Por Alma Rosa Guerrero

Atlixco es uno más de los pueblo mágicos de Puebla, se ubica a 30 km de la capital del estado y visitarlo asegura una experiencia donde las flores, el color y las tradiciones ancestrales están presentes en todo momento.

Conocida también como Atlixco de las flores debido a su gran actividad florística, el nombre de esta ciudad proviene del náhuatl y significa “lugar del valle de agua”.

Su posición geográfica y altitud (1,830 m) le aportan un clima por lo general templado y cálido, con lluvias durante el verano, así como una tierra fértil y grandes espacios boscosos. Los atlixquenses agradecen y celebran estos privilegios con floridos tapetes durante sus fiestas, en las que hay danzas tradicionales como la de los quetzales y los hombres pájaro.

Dentro de estos festejos destaca el fascinante “Huey Atlixcayotl” (o fiesta grande de Atlixco), un festival multicultural de música y danza para agradecer a la madre tierra los favores del año. Se lleva a cabo el último domingo de septiembre, en la explanada del Cerro de San Miguel, y es patrimonio cultural del estado de Puebla.

En este sentido, el recorrido obligado es en los viveros de Atlixco, rico en variedades de árboles ornamentales y frutales, así como de plantas y flores para huerto o decoración, pues cabe recordar que el municipio es un importante productor que goza de reconocimiento internacional por la calidad de las especies que cultiva.

Otra razón para visitar este pueblo mágico es la vista omnipresente del volcán Popocatépetl, aunque, sin duda, la cima del Cerro de San Miguel es uno de los mejores puntos para admirarlo.

También se puede apreciar la arquitectura de muchos de sus templos religiosos, como el ex Convento del Carmen, la Iglesia de la Merced, que data de 1680, la capilla de la Tercera Orden con su magnífico retablo y un sinfín de monumentos más.

El zócalo de Atlixco es un lugar hermoso y pintoresco en el que se pueden saborear deliciosos helados nieves y sorbetes.

Los restaurantes de alrededor ofrecen platillos exquisitos como la cecina y el consomé atlixquense, con tortillas hechas a mano, así como distintos tipos de adobos, moles y pipianes, y truchas en distintas preparaciones.

Muy cerca del centro se encuentra el mercado encontrarás, que tiene todo tipo de antojitos: tacos placeros, tamales de comino, tlacoyos, quesos frescos de la región y chapulines fritos con sal y limón, dulces típicos como la jeripa, camotes, calabaza y tejocotes en dulce, entre otras delicias

En cuanto a las artesanías que se pueden encontrar están todo tipo de artículos de barro, camisas bordadas, velas, y por supuesto flores y plantas de los viveros.

 A DETALLE…

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