Mier, un oasis en el desierto

Por Alma Rosa Guerrero

Pueblo Mágico de Tamaulipas desde 2010, la ciudad de Mier se localiza al norte de ese estado, en la frontera con Estados Unidos, y visitarla aviva la curiosidad sobre la historia que guardan sus calles y edificios coloniales. Al mismo tiempo, los paisajes semiáridos y ríos caudalosos que la enmarcan invitan calladamente a explorarlos.

Mier se fundó 1753 y durante el siglo XIX los barcos de vapor llegaban hasta aquí cuando el río Bravo era más caudaloso, convirtiéndolo en el pueblo más interesante de la región. También es una ciudad heroica, ya que en 1842 fue escenario de la derrota de las fuerzas texanas invasoras que comandaba Williams S. Ficher.

Este pueblo es el más antiguo de la franja fronteriza, de ello dan cuenta sus inmuebles históricos, entre estos la Parroquia de la Purísima Concepción, con más de 200 años de antigüedad, la Capilla de San Juan Bautista, la Casa de las Columnas, y los Puentes de Méndez, Hidalgo y de la Virgen con sus obeliscos del siglo XIX.

Otras visitas imprescindibles son a la Plaza Hidalgo, donde las familias se reúnen a jugar lotería sobre tableros muy originales, dibujados por artistas locales, la Plaza Juárez, la Casa del Capitán o Justicia Mayor, con una portentosa y abigarrada fachada del siglo XVIII, y la Presidencia Municipal.

En cuanto a la comida regional, esta es variada y destacan sus riquísimos dulces. Se puede disfrutar de un caldillo “fiscaleño” a base de carne seca, o de una carne entreverada con tiras de tocino a las brasas, codorniz asada, conejo en mole y la famosa milanesa de Mier, así como empanadas de cajeta y calabaza, y el dulce de frijol.

En los pequeños establecimientos se venden productos típicos como pan de polvo y de boda, empanadas de cajeta, masitas de azúcar y piloncillo, dulce de leche, dedos de novia, buñuelos, gaznates, tamales de chile relleno y tostadas de salpicón.

La región donde se ubica Mier ofrece interesantes atractivos para los visitantes, entre estos pescar en sus extensas presas y navegar en sus transparentes ríos, como en la presa Las Blancas, donde hay bagre, catán, carpa, robalo y mojarra, y en el río Álamo, que da paso a Mier.

En el Parque Recreativo Las Blancas el agua es transparente y hay algunas pozas naturales para nadar. También hay senderos fascinantes para recorrer y avistar la fauna de la zona. Una total aventura en un oasis en medio del desierto.

NO TE LO PUEDES PERDER

Para visitar el pueblo mágico de Mier hay que partir desde:

Monterrey por la carretera 54 Manzanillo-Ciudad Mier – 2 h

Nuevo Laredo por la carretera 2 Tijuana-Playa Gral. Lauro Villar – 1 h 45 min

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