Xico, ciudad de encanto provinciano y naturaleza deslumbrante

Por Alma Rosa Guerrero

Xico es un encantador pueblo mágico del estado de Veracruz que se caracteriza por sus casas coloniales de coloridas fachadas, calles empedradas, flores, árboles frutales, verdes montañas y fragantes cafetales.

Su nombre deriva del náhuatl y significa “nido de xicotes” o “en donde hay panales de cera amarilla”. Esta ciudad, de habitantes alegres y amables, se encuentra ubicada en la zona centro del estado, a 45 minutos de Xalapa, dos horas de Veracruz y cinco horas de la Ciudad de México.

Su centro histórico ofrece una bien conservada arquitectura vernácula, así como edificios emblemáticos para visitar, entre estos la parroquia de Santa María Magdalena que data del siglo XVI y muestra detalles barrocos y neoclásicos. Alberga bellos y relajantes jardines y al Museo del Vestido, donde se exhiben 700 vestidos ofrecidos a la santa patrona.

Otros sitios de interés son la Sala Taurina de Xico y el Museo Xicochimalco, que resguarda y exhibe piezas prehispánicas halladas y donadas por los propios pobladores.

Para disfrutar la gastronomía típica del lugar existe una amplia oferta de restaurantes. Algunos de los platillos más destacados son el tradicional mole con pollo, los frijoles con xonequi (caldo de frijoles hervidos con las hojas de una enredadera), las enchiladas de nata y los chiles verdes rellenos.

El café de la región, así como “el torito” o vino de mora, una mezcla que contiene alcohol y la mora que se extrae de una planta endémica, están entre las bebidas tradicionales.

Xico está rodeado de cascadas, riachuelos y verde naturaleza. Hay miradores que regalan una espectacular panorámica de la Cascada de Texolo, con sus casi 80 metros de altura, así como de la cascada La Monja.

Otras actividades interesantes son recorrer las fincas cafetaleras o tomar alguno de los talleres que se ofrecen a los visitantes para conocer los procesos de producción de café, licores y lácteos, entre otros productos.

Durante la fiesta patronal, celebrada alrededor del día 21 de julio, se elabora un arco de flor de izote con más de 15 metros de altura, y se cubren las calles principales con una alfombra elaborada con aserrín de colores. Un evento digno de atestiguar.

¿Dónde hospedarse?

¿Dónde Comer?