En esta ocasión FERNANDA TAPIA, conductora, guionista, conferencista, locutora, periodista, cantante y actriz, actualmente conduce el programa de televisión “El Almohadazo”, nos comparte en entrevista exclusiva, sus experiencias, gustos y preferencias en los viajes
“Soy viajera muy cañón, yo empecé a viajar cuando tenía poco dinero, pues me tocó desde muy chica mantener la casa, y ganaba 15 pesos por noticiario leído a los 14 años, y eso no da ni para gasolina o pasajes, más como no tenía otra obligación, después de eso, lo poquito que juntaba era para mi proyecto de viaje.
Siempre salgo con alguien, a veces, con mi mamá o con mi abuela porque me encanta viajar en compañía y ser buen compañero de viaje es difícil, sobre todo, en la época en que no tenía hija. Primero, era todo un plan de viaje, de vida, ya sé que es loco, pero yo tenía un plan de vida, que incluía un plan de viaje. Así pensé en qué ciudades me interesaban, lo hacía por hobby, por requerimientos de trabajo o porque alguien llegaba a la familia: cuando conocí a Pedro, le llevé a lugares que él no conocía y nos fuimos a bucear al polo sur, porque es buzo, estuvimos en Galápagos, a Cocos, Honduras.
Cuando llega mi hija, empezamos de nuevo a viajar para que conociera lo que no había visto. Antes de ella naciera, coleccionaba casas de muñeca en miniatura, y buscaba una agencia que hiciera tours a museos. Ahora estaba ella, y yo buscaba una opción que estuviera enfocada a los niños, los llevaran a lugares que normalmente, parecerían aburridos, hacen los recorridos divertidos para los niños, y organizan eventos, exposiciones, recorren el Louvre de otra forma, los guías van disfrazados de los personajes es un plus divertido.
Ahora tengo otro tipo de planes de viaje, por hobby, para el año entrante moriría por viajar para ver las Auroras Boreales con mi hija y sería algo mágico, pero el bolsillo manda, estamos recesión, y entonces usamos el tiempo compartido, los puntos para comprar los boletos, se dificulta también compaginar las fechas en las que puedo viajar y debemos ver qué se puede hacer en los tiempos que disponemos.
Preferencias
Me gusta pueblear en cualquier parte del mundo, es súper disfrutable, en cuanto a naturaleza Sudamérica es de lo más hermoso: Brasil, Argentina, Chile es la locura, si lo quieres arte Europa es lo indicado, ahora mi gusto culposo es Disney porque te ayuda como diez años de psicoanálisis, en una semana, bueno, te relajas y disfrutas.
Tengo rinconcitos por un hotel playa de Carmen, Las Mañanitas en Morelos, o con una paseadita en el tianguis de San Jacinto ya quedo, son esos lugares que algún día usaré para refugiarme o descansar o lamerme las heridas,
De lo más cabrón fue la india, fue como salir de la matrix, salir de todo esto tan plástico, tan falso, tan agringado y de pronto estar en la vida real, los olores y sabores reales, la pobreza brutal. Fue un golpe porque vivimos en la simulación, fue muy inquietante estar casi un mes, recorriendo muchos sitios realmente mágicos y encontrarte con la sonrisa de esas personas que tenían tan poco y se veían animosos, me dije “ellos recuerdan algo que nosotros ya olvidamos: ser felices” fue uno de los viajes de enseñanza muy canijo. Recorrí México y también aquí hay pobreza y hambre brutales, no hay necesidad de ir tan lejos para ver la cruda realidad de algunas zonas.
Gastronomía
Oaxaca definitivamente es lo mejor para comer, si viviera ahí ya me habría muerto de colesterol porque es mi lugar favorito en el país para comer, que comer ¡tragar! En segundo lugar, sería Yucatán y Quintana Roo, por sus delicias locales. Más sobre todo para comer Oaxaca y en el mundo mi lugar favorito para comer es ¡Oaxaca!
El platillo que más me gusta es el mole, aunque no como mucha carne, también me encanta el estofado de res que hacen el Itsmo, la garnacha que es una pieza única, no como decir aquí, voy a comer garnachas que incluye quesadilla, o sope. Allá la garnacha es algo especial y sus dulces típicos deliciosos, me podría comer un kilo.
En las bebidas, es algo muy chistoso porque soy fresa, aunque no soy de mucho alcohol; una piña colada me lleva a estar tirada en la playa. Me encantan las margaritas de tamarindo con chile en la orilla de la copa y frappé, soy fresa, no tengo de otra.
Experiencias
Aunque estamos en pleno siglo XXI salir de viaje sigue siendo una aventura, uno va a que le pasen cosas buenas, aunque incluso esas cosas que no planeamos y enojan y te indignan mucho, tampoco es una catástrofe, es parte del viaje, es decir, hay que aprender a sortear de a como se pongan las olas, sólo así disfrutarás muchos más tu viaje.
Soy de las personas que contrata una agencia de viajes y hago reservaciones con un año de antelación, me gusta tener todo planeado, aunque acepto que a veces puedo decir, esto no salió como lo esperaba, trato de resolver lo que puedo y lo que no, se lo dejo al responsable.
Si hay tormenta recorre el hotel o bucea si no hay sol. Ve tomando el viaje como se va presentando y disfruta cada circunstancia, creemos que todo debe estar controlado y qué de eso se trata el viaje, y no, más bien es de aventurarse y todo puede pasar en un viaje, y debemos estar listos para ello.
Anécdota
Tengo muchas anécdotas, para que vean todo puede suceder, les comparto esta: había contratado un paquete de Egipto a Israel, que estaba en plena guerra, en la época en que también en Egipto hubo actos terroristas y no estaban en buenos términos ambos países.
Para brincar de Egipto a Israel, bueno tuvimos que salir todo el grupo y todos eran ancianos, excepto dos personas, la gente del autobús nos dijo “los vamos a transportar a las 3 de la mañana, por el sol del desierto” y nos fuimos de creídos y claro que no era por eso, más bien porque estaban en guerra, nos subieron a un autobús de transporte escolar totalmente, incómodo, rudo, duro. Dijeron, “Egipto, no están pasando nada, no se apuren”, mientras decían en las noticias que hubo unos turistas muertos cerca de las pirámides. Luego nos trasladaron en la madrugada con soldados vestidos de civiles con metralletas, llegamos después de horas en el desierto, aunque todavía estaba oscuro, hasta una cerca hecha de tela de gallinero y nos dicen “bájense y crucen” los representantes de la agencia de viajes y ahí nos dejan. Llevábamos las maletas antiguas de arrastrar de dos rueditas, bueno tuvimos que arrastrar en las dunas de arena maletas pesadísimas porque mamá (que me acompañó al viaje), cargaba hasta con la licuadora, entonces llegamos al otro lado como pudimos. Tuve que ayudar a la mayoría de los ancianos que venían (uno traía hasta marcapasos con eso te digo todo). Por fin llegamos a lo que sería la zona de migración de Israel, nos trataron con muy mal modo, esperamos afuera de las oficinas. Uno estaba acostumbrado a viajar y te trataran como rey y te hacían caravanas, ahí nos trataron un poquito peor que ahora, que te revisan hasta los calzones, nos veían como fuéramos terroristas en potencia, ya podrán imaginar el desmadre. Entramos a las oficinas de migración y nadie de los viajeros hablaba inglés, más que yo y eso muy mal y estaban los de migración y yo tratando de traducir, ellos (los de a aduana) y yo machucando el inglés. Fue como de caricatura, cambiando lo que decía el viejito del marcapaso, porque decía, “yo tengo familia en zona ocupada y ustedes son unos cab… y yo lo traducía “el señor viene a pasear” cambiando todo lo que decía, y así con todos. Bueno logramos pasar, pero nos revisan las maletas y se me acercan dos mujeres soldados con una cara de enojadas, porque ellos estaban en guerra, no querían turismo, te hablaban mientras te picaban las costillas con las metralletas, “abran las maletas”, y miran mi pasaporte me dice una de las mujeres “porqué tu pasaporte dice que has recorrido tantos países” bueno le dije, “hago muchos tours” pero ya enojada “en mí país si podemos viajar a donde sea” y comenzaron hacerme muchas preguntas como en qué hotel me había hospedado en tal pueblo y yo.. no sabía ni pronunciarlos, saqué los jabones de cada hotel donde parábamos y se los enseñé, (como buena naca que soy, me gusta guardar los jabones) y le dije “ahí están todos los hoteles donde he estado búsquele”, y se convencieron que no era terrorista.
Por fin van a recogernos y nos trasladan en otro camión, hasta una vía rápida, como el periférico, y teníamos que pasar del otro de la carretera por un puente elevado, y los del camión no nos ayudaron, y entre un chavo y yo pasamos viejitos y todas las maletas. El hotel, estaba del otro lado, y no estaban nuestras reservaciones, era puente vacacional y no nos contestaba el personal de la agencia en México, ni el representante en España, nos tuvieron en la recepción del hotel, hasta las diez de la noche, hasta que llegó un gerente y dijo “ya se arregló”, y la chica que nos recibió de muy mala gana no escribió bien el nombre de ninguno de los turistas y tuvo que repetir todo, y como disculpa por la tardanza no dieron un plato con dos manzanas.
Esto es lo uno debe tener en mente, cuando viajas todo puede salir no mal, sino diferente a como lo planeas y a veces es peligroso y debes tener cuidado a donde viajas, y qué tipo de viaje quieres tener; si voy a que me carguen las maletas y no me dejen levantarme ni por un vaso de agua que bueno, y sí llevas compañía debes decirle a donde van advertirle.
Opinión
La falta de promoción no ayuda, si tenemos que hacer esa labor en México, pero vale la pena pensar primero: hay que limpiar el cochinero, siempre he apoyado a la gente que tiene que ver con el turismo, para mí que estoy al aire, y decir “acaban de encontrar dieciocho destazados en Michoacán y luego hacer una entrevista “cuéntenos del festival de cine de Morelia”, no checa, suena raro, y esto visto en el extranjero no suena bien y cómo convences a alguien de que pague su boleto, tome un avión para ir al peligro, porque para muchos países somos un destino barato, así que antes de promoción hay que limpiar el reguero en casa, para que enserio podamos abrir las puertas. Y no digo que pare el turismo, pues mucha gente vive ello, pero sí trabajar para tener presentable la casa y sea segura, tanto para el turista nacional e internacional y hasta para los pobres locales. No es posible que llegue a Acapulco me encuentre con un soldado cuidando la playa, eso es una mala imagen, no está chido, esa sería mi petición.