Viajar ya no se trata solo de llegar a un destino, sino de vivir el camino con calma y propósito. En un mundo acelerado, los viajeros buscan sentirse libres, en paz y en armonía con la naturaleza, adoptando una filosofía que transforma la manera de explorar: el slow travel o “viaje lento”.
Este movimiento, que crece con fuerza en América Latina, propone dejar atrás la prisa y el consumo desmedido para viajar de forma más consciente y sustentable, privilegiando estancias prolongadas, trayectos cortos y un contacto auténtico con la cultura y los ecosistemas locales.
“El viajero latinoamericano no busca solo llegar. Quiere sentirse libre, saber que puede detenerse cuando lo desee, sin preocuparse por lo que pueda pasar”, explicó Mariana Naccarati, responsable de expansión para Latinoamérica en IATI Seguros, en un comunicado.
El slow travel surge como respuesta al turismo masivo que deja una gran huella ecológica. En cambio, esta tendencia promueve el respeto por los ecosistemas, el impulso de las economías locales y la reducción del impacto ambiental.
Desde los árboles de sangre de dragón que crecen retorcidos bajo el sol en la isla de Socotra, Yemen, hasta los vientos infinitos de la Patagonia o los retiros de bienestar en las montañas de Oaxaca, el mensaje es claro: cada destino merece ser disfrutado sin prisa. La esencia del slow travel está en detenerse, respirar y conectar.

Un nuevo perfil de viajero consciente
El cambio no solo está en el ritmo, sino también en el perfil de quienes viajan. Según datos de IATI Seguros, el 60 por ciento de los contratantes de seguros de viaje pertenece a generaciones mayores, aunque la Generación Z está creciendo con fuerza.
En promedio, los viajeros que adquieren seguros tienen entre 25 y 45 años, la mayoría son mujeres, y prefieren pólizas con asistencia médica y cancelación, reflejo de una generación que combina libertad y responsabilidad al viajar.
Además, viajar solo se ha convertido en parte del estilo de vida moderno: siete de cada diez seguros se contratan para viajes individuales.
Destinos favoritos y nuevas tendencias
España e Italia siguen siendo los destinos más elegidos por los viajeros latinoamericanos, aunque cada vez más se aventuran a explorar lugares como Islandia, Japón o los Andes peruanos.
En México, el turismo también vive un auge: más personas viajan al extranjero y lo hacen con conciencia, planeación y previsión, impulsando un crecimiento de doble dígito en la contratación de seguros de viaje.
El slow travel no solo invita a conocer nuevos paisajes, sino a redescubrir la relación con el tiempo y el entorno. Es una forma de viajar que respira, siente y deja huellas ligeras —de esas que no dañan el planeta, pero sí transforman el alma.