La Secretaría de Turismo de México, anunció la apertura de nuevos accesos públicos y gratuitos a las playas de Tulum, ubicadas en las instalaciones del Parque del Jaguar, además de habilitar dos nuevas vías de ingreso en la zona hotelera, en las playas conocidas como “Conchitas” y “Del Pueblo”, en los kilómetros 4.5 y 5.5 respectivamente.
Actualmente, ya está en operación el acceso sur del Parque del Jaguar para visitar las playas, mientras que el acceso tradicional estará listo en los próximos días. Estas acciones se realizan en cumplimiento a la instrucción de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para atender la demanda de visitantes y garantizar que las playas sean de libre acceso para nacionales y extranjeros.
Además, se estableció un esquema de tarifas unificadas para quienes visiten el Parque del Jaguar y la zona arqueológica de Tulum. A partir de mediados de noviembre hasta finales de diciembre, de lunes a sábado, habrá una cuota diferenciada para visitantes nacionales y otra para extranjeros. Los domingos, el acceso a la zona arqueológica se mantiene con cuota de 60 pesos para nacionales y 220 pesos para extranjeros, mientras que quienes deseen solo usar las experiencias del Parque del Jaguar podrán hacerlo de forma gratuita ese día.

Se refrendó que los residentes de Tulum continuarán teniendo acceso libre y gratuito durante todo el año al área natural protegida. Asimismo, se aseguró que ningún visitante deberá pagar por entrar a las playas en ningún momento. Entre los accesos fijados están los tres en el Parque del Jaguar: Norte (donde se ubica el CATVI), Centro o Tradicional, y el Sur. Entre los dos últimos se habilitará un corredor público gratuito para actividades deportivas y recreativas.
Estas medidas forman parte de una estrategia integral donde participan 14 dependencias federales, el Grupo Mundo Maya, el Gobierno del Estado de Quintana Roo y la Presidencia Municipal de Tulum. Los ejes definidos fueron dinámica turística, regulación turística, manejo urbano-ambiental, infraestructura y desarrollo urbano, promoción turística y monitoreo de precios y tarifas.
Estas acciones no solo mejoran el acceso a un destino turístico emblemático del Caribe mexicano, sino que envían un mensaje de reconocimiento de que las playas son bienes públicos, que deben ser disfrutadas sin barreras económicas o de infraestructura indebidamente restrictiva.