Entre formaciones rocosas y el árido paisaje del norte de México se oculta uno de los tesoros arqueológicos más fascinantes del país: la Zona Arqueológica El Vallecito, ubicada en la Sierra de Juárez, a escasos kilómetros del poblado de La Rumorosa, en el municipio de Tecate, Baja California.
Este sitio, que se extiende por 165 hectáreas a más de 1,300 metros sobre el nivel del mar, contiene más de 20 conjuntos de pinturas rupestres y petrograbados, de los cuales cinco están abiertos al público. Las obras fueron creadas por pueblos yumanos, específicamente del grupo Kumiai, y representan su cosmovisión, prácticas rituales y relación con la naturaleza.

Figuras y símbolos ancestrales
Las pinturas —realizadas en pigmentos rojo, negro, blanco y amarillo— pertenecen al estilo La Rumorosa o Diegueño Representacional, caracterizado por figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas, con manos, pies y dedos exagerados. Entre los conjuntos más destacados están El Tiburón, La Cueva del Indio, El Hombre Enraizado, Los Solecitos y El Diablito, esta última una figura clave en el calendario ritual de los antiguos habitantes.

El Diablito y su fenómeno solar
Uno de los atractivos principales del sitio es el fenómeno arqueoastronómico de El Diablito, donde, durante el solsticio de invierno (21-22 de diciembre), un rayo de luz ilumina directamente los ojos de una figura antropomorfa pintada sobre la roca. Este evento es evidencia del conocimiento que los Kumiai tenían del ciclo solar y su importancia en los rituales estacionales.
Un legado milenario
Las investigaciones arqueológicas en El Vallecito, lideradas por especialistas como Antonio Porcayo y José Aguilar, han confirmado que varias pinturas están alineadas con fenómenos astronómicos, y que el sitio funcionó como lugar de residencia temporal, ritual e incluso funerario. Se han hallado restos de talleres de cerámica, hornos agaveros, herramientas de piedra y restos cremados que indican su uso como espacio ceremonial.
El sitio ofrece un recorrido de aproximadamente 2 km a través de senderos temáticos que permiten a los visitantes explorar las pinturas y conocer el entorno natural que abasteció a los antiguos nómadas de frutos, semillas y fauna silvestre. Por la dificultad del terreno, el recorrido no es apto para personas con movilidad reducida.
Visita y recomendaciones
El Vallecito está abierto de miércoles a domingo, de 8:00 a 15:00 horas. La entrada general tiene un costo aproximado de $70 pesos, con descuentos y accesos gratuitos a ciertos grupos, incluidos los mexicanos los domingos. Se cobra una tarifa adicional por tomar fotografías.
Los visitantes pueden disfrutar de servicios como museo de sitio, visitas guiadas, área de campamento, palapas y sanitarios. Se recomienda llevar agua, bloqueador solar, ropa cómoda y, en temporada invernal, prendas abrigadoras ante la posibilidad de nevadas.
Actualmente, los conjuntos El Diablito y El Hombre Enraizado permanecen cerrados por trabajos de conservación, una medida que busca preservar este patrimonio declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El Vallecito no es solo un sitio arqueológico: es un portal al pasado, un legado vivo que recuerda la sabiduría y espiritualidad de los primeros pobladores de la península de Baja California.