Ubicado en el extremo noroeste de Sonora, a tan solo 100 km de la frontera con Arizona, Puerto Peñasco —también conocido como Rocky Point— es un tesoro turístico que combina lo mejor del desierto y el mar. A solo unas horas por carretera desde Phoenix y Tucson, este antiguo pueblo pesquero ha evolucionado hasta convertirse en uno de los destinos favoritos tanto para visitantes mexicanos como estadounidenses.
Un destino con historia y clima ideal
Puerto Peñasco floreció en la época de la Ley Seca estadounidense, atrayendo a turistas en busca de libertad y sol. Hoy, ofrece una mezcla perfecta entre aventura natural, relajación y cultura local, con un clima seco-cálido durante todo el año. La primavera y el otoño (marzo a mayo y septiembre a noviembre) son ideales para visitarlo gracias a sus temperaturas agradables y menor afluencia de turistas. El invierno destaca por el avistamiento de ballenas jorobadas y grises, mientras que el verano, aunque caluroso, es perfecto para los amantes de los deportes acuáticos.

Cómo llegar
Aunque no cuenta con aeropuerto comercial, la mayoría de los visitantes acceden por carretera. La ruta más popular es desde Sonoyta por la Carretera 8, o desde Mexicali y ciudades fronterizas. También se ofrecen autobuses desde Hermosillo, Tijuana y Phoenix. Renta de autos y tours organizados son opciones prácticas para explorar la región con libertad.
Naturaleza, playas y aventura
Las playas de Puerto Peñasco son su carta de presentación:

- Sandy Beach y Playa Bonita son ideales para familias y actividades acuáticas.
- Playa Encanto y Las Conchas ofrecen paisajes tranquilos y vírgenes.
- Estero Morúa es perfecto para observar aves y paseos en bote.
Para los amantes de la naturaleza, destaca la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, un sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famoso por sus cráteres volcánicos, dunas gigantes y biodiversidad, y usado por la NASA para entrenar astronautas. También puedes explorar el Cerro de la Ballena, hacer un tour en bote a Isla San Jorge, o visitar granjas de ostiones para disfrutar del marisco más fresco.
Cultura, gastronomía y hospitalidad
El Malecón de Puerto Viejo es el alma del puerto: ideal para caminar, probar cocina local y comprar artesanías. El Museo Schuk Toak ofrece una mirada fascinante a la geología y cultura del desierto.

La gastronomía local se basa en mariscos frescos, ceviches y cocina tradicional mexicana. Desde tacos de pescado hasta ostiones recién extraídos, los restaurantes frente al mar como Moo o Cielito Lindo garantizan una experiencia auténtica.
Hospedaje para todos los gustos
Puerto Peñasco cuenta con opciones para todos los presupuestos:
- Hoteles de 3 a 5 estrellas como Peñasco del Sol y Las Palomas Beach & Golf Resort.
- Propiedades vacacionales para grupos grandes.
- Hospedajes económicos con buenas reseñas como Whale Hill.
Vida nocturna y sustentabilidad
La Calle Matamoros y Bahía La Choya son el centro de la vida nocturna con bares, música en vivo y ambiente relajado frente al mar. Además, el destino ha apostado por el turismo responsable: Sandy Beach e Islas del Mar han sido certificadas como Playas Platino por su limpieza, seguridad y accesibilidad.
Puerto Peñasco lo tiene todo
Ya sea para familias, aventureros, parejas o quienes buscan desconectarse, Puerto Peñasco ofrece una experiencia completa. Aquí puedes practicar kayak por la mañana, recorrer un cráter al mediodía y cenar mariscos frescos viendo el atardecer sobre el Mar de Cortés. Su comunidad cálida y hospitalaria refuerza su esencia: la de un destino auténtico, lleno de vida, historia y posibilidades.