Melchor Múzquiz, Coahuila, no es un destino cualquiera. Este Pueblo Mágico, conocido como el «Oasis del Norte», es una joya cultural y ecológica enclavada en la región carbonífera del estado.
Reconocido por su historia paleontológica, su biodiversidad y, sobre todo, por la presencia viva de comunidades como los Kikapú y Mascogos, Múzquiz es un punto de encuentro entre el pasado indígena, la herencia afroamericana y la naturaleza del semidesierto norteño.

Un legado afroindígena único en México
En el corazón de Múzquiz conviven dos comunidades extraordinarias. Por un lado, los Kikapú, originarios del norte de América, que resguardan su lengua ancestral –la única del grupo álgico que subsiste en México– y sus tradiciones en la zona de El Nacimiento, gracias a tierras otorgadas por Benito Juárez. Por el otro, los Mascogos, descendientes de afroamericanos que escaparon de la esclavitud en Estados Unidos, cuya presencia ha enriquecido profundamente la identidad local. Cada año, el 19 de junio, celebran su historia con danzas, música y ceremonias tradicionales.

Historia, arte y paleontología
El municipio es hogar de una serie de museos que capturan su pasado diverso:
- Museo de Paleontología, que alberga fósiles de dinosaurios como el Muzquizopteryx.
- Museo Histórico de Múzquiz, donde se cuentan las historias de los pueblos originarios.
- Museo de la Ganadería, famoso por exhibir La Muzqueña, la montura más grande del mundo.
- Museo Quinta Julio Galán, dedicado al célebre artista local.
Naturaleza viva y hospitalidad norteña
Los ríos y montañas de Múzquiz ofrecen experiencias para los amantes del ecoturismo. El Parque La Cascada es uno de los rincones naturales más visitados, con pozas cristalinas, tirolesa, senderos y áreas de picnic. Otros puntos como el Cerro del Sombreretillo permiten disfrutar vistas espectaculares y realizar ciclismo o senderismo.

Gastronomía con raíz y sabor
Desde empanadas de calabaza y pan de maíz hasta el soske, un atole ancestral hecho de maíz blanco cocido en agua de ceniza, la cocina de Múzquiz es una fusión entre la tradición norteña y las recetas Kikapú y Mascogas. El chorizo encurtido, la carne asada y el cortadillo son imperdibles, al igual que los dulces de nuez, piloncillo y los raspados de limón.
Artesanías que cuentan historias
Este Pueblo Mágico también es famoso por su talabartería, con cinturones, botas y sillas de montar de altísima calidad. También destacan las figuras de fluorita, y artesanías elaboradas por ambas comunidades que plasman siglos de historia y cultura.
Una visita que transforma
Melchor Múzquiz no solo ofrece un viaje turístico, sino una experiencia transformadora. Caminar por sus calles, nadar en sus ríos o compartir historias con los habitantes es una invitación a comprender la diversidad profunda de México.