En el sureste de Sonora, cerca de los límites con Sinaloa y Chihuahua, se encuentra el Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, un destino natural que combina la majestuosidad de la Sierra Madre Occidental con la riqueza de la planicie costera noroccidental. Con una extensión de 92,889 hectáreas, esta reserva es un refugio para más de 2,360 especies de plantas y animales, incluyendo aves como la guacamaya verde y mamíferos como el jaguar, el puma y el ocelote.
Un paraíso para los amantes de la naturaleza
El área protegida es famosa por su biodiversidad y sus paisajes variados, que van desde la selva baja caducifolia en las tierras bajas hasta los bosques de pino-encino en las zonas altas, alcanzando hasta 1,800 metros sobre el nivel del mar. El Río Cuchujaqui, cuyo nombre en lengua mayo significa «río de peces», es uno de sus principales atractivos, ofreciendo aguas cristalinas ideales para actividades como kayak, pesca deportiva y días de campo.
Para los amantes del senderismo y el campismo, la reserva cuenta con rutas que atraviesan barrancas, sierras y ríos, como los senderos de El Cuchujaqui, Guirocoba y Santa Bárbara, donde los visitantes pueden disfrutar de vistas espectaculares y conectarse con la naturaleza. Además, es un destino ideal para el avistamiento de aves, con más de 200 especies registradas, incluyendo migratorias como el gavilán de Cooper.
Infraestructura y servicios
Aunque el área no cuenta con infraestructura turística masiva, existen Centros de Cultura Ambiental en comunidades como Munihuaza, Güirocoba y La Labor de Santa Lucía, donde se ofrecen actividades educativas, talleres y charlas sobre conservación. Estos centros son un excelente punto de partida para quienes desean explorar la zona de manera responsable.
El acceso al área protegida tiene un costo aproximado de $120 MXN por persona por día, con descuentos para estudiantes, profesores, adultos mayores y personas con discapacidad. Los domingos, la entrada es gratuita para nacionales y residentes extranjeros.
Recomendaciones para visitantes
- Mejor época para visitar: Noviembre y diciembre, cuando el clima es más fresco y la vegetación está en su máximo esplendor.
- Qué llevar: Ropa cómoda, repelente de insectos, protector solar, agua suficiente y calzado adecuado para caminar en terrenos irregulares.
- Normas de conservación: No dejar basura, no perturbar a la fauna y seguir las indicaciones de los guías locales.
Un legado natural protegido
Declarada como Área de Protección de Flora y Fauna en 1996 e incluida en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO en 2007, la Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui es una de las regiones con mayor biodiversidad de Sonora. Su conservación es fundamental para proteger a las 107 especies en riesgo que habitan en la zona, según la NOM-059-SEMARNAT-2010.