Ubicado a más de 40 kilómetros de la ciudad de Torreón, Viesca es un oasis de tranquilidad que ofrece una experiencia única para quienes buscan descansar y sumergirse en la historia y belleza natural del desierto mexicano. Fundado en 1731, este pueblo mágico conserva un encanto especial con su arquitectura colonial y cultura local que simboliza la persistencia de sus habitantes bajo el lema “Resurgiremos Siempre”.
Entre sus joyas arquitectónicas se encuentra el Templo de Santiago Apóstol, la Parroquia y su Museo de Arte Sacro, que alberga antiguas obras de arte sacro. Muy cerca, la Capilla de Santa Ana en la Ex Hacienda de Hornos, un edificio histórico del siglo XVIII, deslumbra con su retablo de estilo churrigueresco.
Uno de los mayores atractivos naturales de Viesca es el impresionante Dunas de Bilbao, un extenso mar de arena en medio del desierto. Formadas hace millones de años cuando el área estaba cubierta por el mar de Tetis, las dunas se han convertido en un lugar ideal para actividades como caminatas, paseos en cuatrimoto y sandboarding. Las vistas al amanecer y atardecer son imperdibles, bañando las dunas en tonos dorados y rojizos.
Para quienes buscan una experiencia diferente, Viesca también ofrece senderismo, visitas a antiguas haciendas y hasta observación de aves en la cercana Sierra Gorda. Los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía local, como las gorditas de trigo y el sotol, un destilado regional. La experiencia se complementa con festividades como la Fiesta Patronal de Santiago Apóstol y la Feria del Dátil, donde se celebra esta fruta que prospera en el desierto.
Un destino que combina naturaleza, historia y tranquilidad, Viesca invita a explorar el corazón del desierto de Coahuila y a disfrutar de su cultura y hospitalidad.