En el corazón de México, se encuentra un destino que cautiva con su rica historia y sus hermosos trabajos textiles. Bienvenido a Zinacantán, Chiapas, un lugar donde los colores y las texturas se entrelazan para crear obras de arte hechas por manos artesanas.
Conocido como ‘Lugar de Murciélagos’ en lengua náhuatl, Zinacantán guarda una historia fascinante. Antes de la llegada de los aztecas, este encantador pueblo era un importante centro comercial y la capital de los tzotziles. En 1486, fue conquistado por los aztecas bajo el mando de Tiltototl. Durante la época colonial, Zinacantán se mantuvo como uno de los principales centros de población tzotzil en la región. Los frailes dominicos dejaron su huella al establecer las bases de la organización colonial en el siglo XVI. A finales de ese siglo, Zinacantán se convirtió en cabecera municipal, albergando a 3,114 habitantes en 1900.
Al adentrarte en las calles de Zinacantán, tus sentidos serán abrumados por la explosión de colores y texturas de los productos realizados por las hábiles manos de los artesanos locales. Las artes textiles y la floricultura son las principales actividades en este pueblo, y las mujeres tejen maravillosos tejidos en telares de cintura y a máquina. Desde manteles y manteletas hasta gorros y suéteres de lana, encontrarás una amplia variedad de productos para llevarte un pedazo de la tradición de Zinacantán contigo.
Además de su renombrada artesanía, Zinacantán alberga lugares turísticos dignos de admiración. La iglesia de San Lorenzo, con su estilo neoclásico y toques de inspiración europea en su entrada, es una joya arquitectónica que no debes pasar por alto. El Museo Antzetik Tajte Klum es otro lugar imperdible, ya que exhibe imágenes y herramientas que pertenecieron a la antigua cultura maya, transportándote a tiempos pasados.
El Museo de las Mujeres Tejedoras es un espacio dedicado a la tradición textil de Zinacantán. Aquí podrás sumergirte en los símbolos comunes de los bordados y descubrir las técnicas utilizadas por las talentosas tejedoras. Además, no puedes dejar de explorar los pintorescos panteones ubicados en los cerros de Zinacantán, donde los difuntos son honrados y los cementerios son decorados y cuidados, creando un ambiente único y conmovedor.
Si deseas sumergirte por completo en las costumbres y tradiciones de este encantador poblado, te recomendamos planear tu viaje durante las festividades de la Santa Cruz en mayo, cuando la comunidad celebra con gran alegría. Asimismo, las festividades de San Lorenzo en agosto y de San Sebastián en enero son ocasiones especiales para vivir la autenticidad de la cultura local.